Mistress America

Tras una breve separación, Noah Baumbach y Greta Gerwig se juntan de nuevo para escribir y dirigir Mistress América. El realizador neoyorquino sigue en forma al presentar su tercer largometraje en apenas dos años. Presentada en el festival de Sundance, está coprotagonizada por la jovencísima Lola Kirke.

Estreno: El 20 de noviembre se estrena en España.

Sinopsis: Tracy (Lola Kirke) es una joven que se ha trasladado a nueva york para estudiar en la universidad. Sin amigos y sin destacar en nada, su modo de vida cambiará cuando conoce a Brooke (Greta Gerwig), su futura hermanastra, una persona que representa todo lo opuesto a ella.

Crítica: Noah Baumbach, para muchos el heredero de Woody Allen, sigue profundizando en el cambio generacional y la pérdida de la juventud a través de personajes excéntricos y que siempre van a la última en Nueva York, centro mundial de la vanguardia artística y donde todos los sueños se cumplen (en la teoría). En Frances Ha, Greta Gerwig tomaba el rol de una joven neoyorquina que quería triunfar en el mundo de la danza. Despreocupada de todo, vivía entre fiestas, cenas y escapadas con amigos mientras iba a la deriva sin nada a lo que agarrarse. Frances era la personificación de la juventud contemporánea que se negaba a madurar y ver la realidad tal y como es. Pero es en la irregular Mientras seamos jóvenes, donde Noah relata el problema de la madurez y el miedo que tiene la gente a aceptar que uno se va haciendo mayor con el paso del tiempo. En esta ocasión, la pareja formada por Ben Stiller y Naomi Watts se transforma en una vergonzosa caricatura del prototipo juvenil bohemio e hipster con el fin de encajar en un círculo que ya dejaron atrás hace años.

Mistress América cuenta la historia de la joven Tracy, que estudia en la Universidad de Nueva york para cumplir su sueño de ser escritora. Aspiración que se va alejando tras ser rechazada una y otra vez por la Asociación de escritores universitarios de su facultad. Sin apenas amigos, y viviendo en la soledad, su madre le dice que llame a Brooke, la hija del señor con el que se va a casar. Las diferencias entre ambas ya se pone de manifiesto cuando se hace ver por primera vez su nueva hermanastra. En medio de Time Square, rodeada de gente y con una infinidad de luces de colores, aparece Brooke con los brazos abiertos y esbozando una sonrisa de oreja a oreja. Energética, ambiciosa y aventurera, esta treintañera está decidida a triunfar como sea; y es que para Noah Baumbach, los jóvenes neoyorquinos viven en un mundo lleno de luces de neón con música electrónica propia de los 80 y rodeado de un ambiente intelectual que navega contra todo a lo que huele a mainstream. Con un espíritu emprendedor, miran hacia adelante sin importarles la realidad que les rodea para cumplir sus sueños. Buscan ser el centro de atención en una ciudad que premia más al interesante e innovador que al preparado académicamente. Como dice Greta Gerwig  en varios momentos de la película: «Estoy muy metida en las redes sociales. Hay que venderse» o  «Yo no fui a la universidad, soy autodidacta. ¿Sabes lo que significa?»

La química entre las dos se hace patente desde el primer minuto. A pesar de estar en las antípodas en cuanto a formas de ser, se retroalimentan. Tracy ve en Brooke su fuente de inspiración a la hora de escribir su nuevo relato llamado «Mistress America», que paradójicamente reflejará la historia de su amiga mostrándola como una desesperada en busca de conseguir dinero. Por el contrario, para Brooke, Tracy es un escudo con el que protegerse de la realidad y seguir viviendo en su mundo. Pero todo se desmorona en el momento en que no puede cumplir su sueño (abrir un restaurante) porque su novio, que pagaba todo, le ha dejado. Con una deuda de 75.000 dólares y irán en busca de un antiguo amante para que le preste el dinero.

Noah es un fiel enamorado de la Nouvelle Vague francesa en general y de Truffaut en particular. En Frances Ha ya mostró la influencia que tuvo de Jules et Jim o Vivre sa vie, de Godard. En esta ocasión, Brooke tiene un cierto parecido a Antoine Doinel, mítico protagonista de la saga de Los cuatrocientos golpes. Ambos vagan por la vida sin saber qué les deparará el futuro, pero se adaptan a todo lo que lo que les surja. En el caso de Brooke es decoradora de interiores, profesora particular y enseña spinning en un gimnasio. Es autodidacta, como Antoine. Noah Baumbach, a diferencia de otros, deja siempre que sus personajes se den cuenta de sus errores con el fin de que puedan reaccionar a tiempo. Aun dándose un duro golpe, no deja que caigan humillados ante la cruda realidad, que es presentada a base de momentos hilarantes y cómicos. De los problemas todos aprenden una lección que finalmente la ponen en práctica.

Mistress America tiene dos partes bien diferenciadas. La primera se centra en la relación casi amorosa entre las dos jóvenes que pasean por las calles de La Gran manzana, y la segunda da un giro a cómo se estaba desarrollando y se concentra todo en un único escenario: La casa del viejo amigo de Brooke. Aquí, las situaciones alocadas es donde cobran más fuerza y los personajes extravagantes típicos del cine de este director, salen a escena para parecerse más en su tratamiento a las comedias de los años cuarenta del estilo de Luna nueva o Arsénico por compasión. La segunda mitad frena el ritmo ágil de la cinta en la que va a predominar una serie de escenas cómicas en el mismo lugar donde se habla mucho pero se cuenta poco. Al final, acaba saturada de un humor un tanto forzado una comedia que estaba siendo ingeniosa y ligera. De apenas dos personajes en pantalla, pasamos a ocho deambulando por ella.

Al igual que la vida en nueva York, Mistress America es una Screwball comedy llena de energía y dinamismo para mostrarnos la vitalidad que tiene Brooke. Junto a esto, la banda sonora electrizante y divertida y una fotografía cálida se encuentran en perfecta armonía con el estilo de la película y la ciudad. También confirma a Gerwig como una de las mejores actrices del panorama indie y pone en primera plana a Lola Kirke, actriz que había tenido un pequeño papel en Perdida, como un talento a seguir.

Nota: 7/10

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